Relación entre las regiones
americana.
Idioma español de América es el término genérico que se emplea
para designar el conjunto de las variedades lingüísticas de la lengua española
en el continente americano.
Cuando Colón llegó a América en 1492, el idioma español se encontraba
consolidado en la Península, puesto que durante los siglos XIV y XV se
produjeron hechos históricos e idiomáticos que contribuyeron a que el dialecto castellano fraguara de manera más sólida y rápida
que los otros dialectos románicos que se hablaban en España, como elaragonés o el leonés, además de la normalización ortográfica
y de la aparición de laGramática de
Nebrija; pero en este nuevo mundo se inicia otro proceso, el del afianzamiento
de esta lengua, llamado hispanización
La América prehispánica se presentaba como un conglomerado de
pueblos y lenguas diferentes que se articuló políticamente como parte del
imperio español y bajo el alero de una lengua común.
La diversidad idiomática americana era tal, que algunos autores
estiman que este continente es el más fragmentado lingüísticamente, con
alrededor de 123 familias de lenguas, muchas de las cuales poseen, a su vez,
decenas o incluso cientos de lenguas y dialectos. Sin embargo, algunas de las
lenguas indígenas importantes —por su número de hablantes o por su aporte al
español— son elnáhuatl, el taíno, el maya, el quechua, el aimara, el guaraní y el mapuche, por citar.
Historia
El español llegó al continente americano a través de los sucesivos
viajes de Colón y, luego, con las oleadas de colonizadores que buscaban nuevas
oportunidades. En su intento por comunicarse con los indígenas, recurrieron al
uso de gestos y luego a intérpretes europeos o a indígenas cautivos para tal
efecto, que permitiesen la intercomprensión de culturas tan disímiles entre sí.
Además, en varios casos, los conquistadores y misioneros fomentaron el uso de las
llamadas lenguas generales, es decir, lenguas que por su alto
número de hablantes y por su aceptación como forma común de comunicación, eran
utilizadas por diferentes pueblos, por ejemplo, para el comercio, como sucedió
con el náhuatl en México o el quechua en Perú.
La influencia de la Iglesia fue muy fuerte en este proceso, puesto
que realizó, especialmente a través de los franciscanos y jesuitas, una intensa
labor de evangelización y educación de niños y jóvenes de distintos pueblos
mediante la construcción de escuelas y de iglesias en todo el continente. Sin
embargo, aquellos primeros esfuerzos resultaron insuficientes, y la
hispanización de América comenzó a desarrollarse sólo a través de la
convivencia entre españoles e indios, la catequesis y —sobre todo— el
mestizaje.
Pero no sólo la población indígena era heterogénea, sino que
también lo era la hispana que llegó a colonizar el territorio americano, pues
provenía de las distintas regiones de España, aunque especialmente de
Andalucía. Esta mayor proporción de andaluces, que se asentó sobre todo en la
zona caribeña y antillana en los primeros años de la conquista, habría otorgado
características especiales al español americano: el llamado andalucismo de
América, que se manifiesta, especialmente en el aspecto fonético. Este periodo,
que los autores sitúan entre 1492 y 1519, ha sido llamado —justamente— periodo antillano y es en él donde se habrían enraizado
las características que luego serían atribuidas a todo español americano.
En el plano fónico, por ejemplo, pérdida de la d entre vocales (aburrío por aburrido)
y final de palabra (usté por usted, y virtú porvirtud), confusión entre l y r (mardito por maldito)
o aspiración de la s final de sílaba (pahtoh por pastos)
o la pronunciación de x,y, g, j, antiguas como h, especialmente en las Antillas, América
Central, Colombia, Venezuela, Panamá o Nuevo México, hasta Ecuador y la costa
norte de Perú.
Por otra parte, los grupos de inmigrantes se reunían en Sevilla
para su travesía y, de camino hacia el nuevo continente, aún quedaba el paso
por las islas Canarias, lo que hace suponer que las personas comenzaron a
utilizar ciertos rasgos lingüísticos que, hasta hoy, son compartidos por estas
regiones, lo cual se ha dado en llamar español
atlántico, cuya capital
lingüística sería Sevilla —opuesto alespañol castizo o castellano—
con capital lingüística en Madrid, y que englobaría el andaluz occidental, el
canario y el español americano, aunque otros investigadores sostienen que sólo
abarcaría, en América, las zonas costeras.
Diferenciación dialectal
Los primeros grupos de colonizadores, al provenir de distintas
regiones de España, habrían tratado de evitar los localismos, y tendido a la
homogeneización en pos de la intercomprensión. Este proceso, llamado koinización (del griego koiné, ‘común’), se habría producido durante
el siglo XVI, es decir, cuando esta población heterogénea —tanto desde el punto
de vista geográfico como sociocultural— comenzó a asentarse, especialmente en
la zona del Caribe y de las Antillas, para, desde aquí, extenderse hacia
Sudamérica. No obstante esta lengua común, se afirma que hubo cierta
modificación del español por influjo de las lenguas indígenas. Según esta
teoría, llamada del sustrato, se sostiene que una lengua dominada (en este caso
las lenguas indígenas) afecta léxica, fonológica o morfosintácticamente a la
lengua dominadora (el español).
Evidentemente, es en el plano léxico donde se aprecian los mayores
aportes de las lenguas vernaculares; por ejemplo, en lo referente a la flora (maíz, maní, papaya, tabaco, tomate, chocolate, mandioca, coco…), a la fauna (cóndor, tiburón, mapache, guanaco,puma, tucán, chinchilla…) y al ámbito
indígena (canoa, piragua, carpa, cayo, huracán, cigarro…).
Además, en las distintas regiones se usan diferentes voces para
las mismas cosas según las lenguas indígenas habladas en cada territorio: ají (taíno), chile (náhuatl); porotos, ‘verdes’ (quechua), ejotes (náhuatl); choclo (quechua), elote (náhuatl); palta(quechua), aguacate (náhuatl); cacahuete (náhuatl), maní (taíno)…
Por otra parte, en algunas ocasiones el conquistador español se
negó a aceptar el indigenismo y llamó con voces hispánicas a plantas y animales
propias de América, aun sin que realmente correspondiese a la especie; así, es
posible observar cosas comolagarto ‘caimán’, tigre ‘jaguar’, león ‘puma’, pavo ‘guajolote’. Pero, aparte de lo
anterior, se deben mencionar los llamadosamericanismos semánticos, es decir, palabras que en América
aluden a otros significados que en Europa y, en el caso de la flora y fauna,
utilizadas para denominar objetos semejantes a los conocidos en el Viejo Mundo,
como en ‘zorra’ (Canis vulpes en
Europa yCanis azarae en
América), o en ‘roble’ (Quercus robur en
Europa y Fagus obliqua en América). Sin embargo, estos
americanismos semánticos aparecen de manera permanente, puesto que aunque
muchas veces en América se conocen términos hispánicos, se prefieren otros no
usados, o menos usados, en España con el significado americano, como en el caso
de reja/verja,
cardenal/geranio, jugo/zumo, durazno/melocotón, alcancía/hucha.
Las lenguas aborígenes también contribuyeron, en cierto grado, a
la formación de las diferentes zonas
dialectales en
Hispanoamérica, pero además se pueden considerar otros factores, tales como la
distribución de los colonizadores en las distintas regiones de América, ya que
en una primera época se asentaron en la zona del Caribe, luego México y,
posteriormente, Sudamérica; la época de la conquista (temprana o tardía),
características de la conquista (pacífica o belicosa), diferencias culturales y
de rango de los conquistadores (lo cual explicaría las diferencias, por
ejemplo, entre Perú o México en relación con Chile o Argentina), ya que, de
hecho, fueron los virreinatos de México y Perú los que atrajeron a los grupos
con mayor cultura, mientras que otras regiones, como Chile, sólo eran
consideradas como meros rincones del imperio a los cuales llegaban, sobre todo,
emigrantes sencillos con habla eminentemente popular.
Zonas lingüísticas americanas
El sistema educacional fue, quizás, uno de los factores
determinantes en el establecimiento de diferencias lingüísticas, pues ya en
1538 la escuela de Santo Domingo se convirtió en la Universidad de Santo Tomás
de Aquino y, en la misma ciudad se creó la Universidad de Santiago de la Paz en
1540, mientras que la Universidad de Córdoba (Argentina) fue creada en 1613.
Finalmente otra de las causas de la diferenciación dialectal se refiere a la
época de la colonización, ya que la ciudad más antigua, Santo Domingo, fue
fundada casi junto con la llegada de Colón a América, mientras que Montevideo
se fundó recién 1722. Sin embargo, estos intentos de zonificación no siempre
han sido fecundos debido a que no se cuenta con datos precisos o suficientes en
cada lugar, por ejemplo, a través de la elaboración de atlas lingüísticos;
pero, a pesar de lo anterior, algunos autores coinciden en distinguir las
siguientes zonas: 1) México y sur de los Estados Unidos, 2) Caribe, 3) zona
andina, 4) zona rioplatense y 5) zona chilena, aunque se ha llegado a postular
hasta dieciséis zonas.
Entre las distintas zonas se observan diferencias, por ejemplo, en
el plano léxico, como ocurre en los siguientes casos: autobús(España), guagua (Cuba), micro (Chile), buseta (Colombia), colectivo (Argentina), camión (México); es chamarra (México),chompa (Colombia, Ecuador), chaqueta (Panamá, Venezuela, Paraguay), casaca (Chile, Perú); manta (España) es cobija(Colombia, Honduras,
Ecuador), frazada (Perú, Bolivia, Chile, Argentina), cobertor (México), frisa (República Dominicana, Puerto Rico).
Pero las diferencias no abarcan sólo aspectos léxicos, sino
también, aunque en menor grado, fonéticos y morfosintácticos. Por ejemplo,
diferente realización del fonema s (desde la aspiración en Chile o
Argentina, hasta la s ciceada —pronunciada como z— de algunos puntos de
Colombia y Puerto Rico y, sobre todo, en El Salvador, Honduras, Nicaragua y
costas de Venezuela); palatalización de j en Chile (mujer suena mujier) o aspiración de la
misma en República Dominicana; confusión de y o ll (que se distinguen en algunas zonas,
mientras que en otras se confunden a favor de y, como en la mayor parte de
Hispanoamérica, o diferencias en el sistema vocálico (debilitación de vocales
intermedias en México y timbre cerrado de las vocales en Ecuador, Perú, Bolívia
y norte de Chile por influjo quechua).
En cuanto a diferencias morfosintácticas, éstas son bastante menos
frecuentes, como la alternancia de los diminutivos -it- e -ic- (ratito, ratico), construcciones
gramaticales diversas, como “¿Qué tú sabes?”, corriente en Centroamérica y
Caribe, y “¿Tú sabes?”, habitual en el resto del territorio. Además, un
fenómeno constantemente citado es el voseo (uso del pronombre vos como tratamiento familiar, con sus
correspondientes formas verbales en algunas zonas y niveles socioculturales (vos
tenés, vulgar en Argentina, o vos tenís, vulgar en Chile, variantes de tenéis), en oposición al tuteo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Dime que tema o tarea quiere que te investigue y lo Haremos.
por favor deja tu comentario, para seguir motivado trabajando para ustedes.