Cuando China despierte
el mundo temblará.
El gigante, que está
despertando, con 1400 millones de habitantes, siendo el Estado más poblado del
Planeta, está irrumpiendo con bravura, con fuerza y potencia económica. Este
despertar que empezó a ser una realidad a principios de los años 90 del pasado siglo,
está irrumpiendo en el mundo.
El nivel de desempleo
es cero. No existe paro. El que quiere trabajar tiene trabajo. En su política
económica exterior, muchísimos multimillonarios están invirtiendo millones de
euros y dólares por todos los rincones del globo.
Los avances
militares de China que hacen que ahora Estados Unidos se compare con Pekín y no
con Moscú.
La modernización del
ejército chino está ocurriendo más rápido de lo que algunos analistas habían
anticipado.
De
acuerdo a los expertos del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos
(IISS, por sus siglas en inglés), es China, y no Rusia, el país al que EE.UU.
mira a la hora de comparar la capacidad de sus fuerzas militares.
Y
esto es especialmente cierto en términos de la fuerza aérea y naval, que es
donde el gobierno chino ha enfocado sus esfuerzos de modernización.
Aunque
en términos de ejército el ruso sí sigue siendo el punto de comparación para el
Pentágono.
Por
supuesto, la transformación del ejército chino viene ocurriendo desde hace
algunos años.
Pero
ahora un importante punto de equilibrio se ha logrado -o está a punto de
lograrse-, lo que lo ha convertido en un "par" de Estados Unidos.
Varios analistas -no solo del IISS, que son los que elaboran
el anuario sobre gasto militar en el mundo desde 1959-, coinciden en que los avances y las habilidades técnicas del
ejército chino son notables.
Basta
mirar algunos logros: desde su nuevo misil de ultra largo alcance hasta sus
aviones de combate de quinta generación.
El año pasado, para dar un ejemplo, presentaron su nueva
maravilla: el acorazado Type 55 cruiser.
Además
están construyendo un segundo portaaviones y renovando toda la estructura de su
comando militar para crear cuarteles generales que involucren todos los
servicios clave.
En
cuestión de artillería, defensa aérea y ataque terrestre, el gigante asiático
tiene armas suficientes para superar cualquier ataque que EE.UU. quiera
desplegar.
Desde finales de los años 90, cuando recibió un influjo de
avanzada tecnológica rusa, la armada china ha recapitalizado el tamaño de su flota marina y
submarina.
En
el aire, su nuevo avión de combate, el J-20, está listo para entrar en operación,
de acuerdo al gobierno chino.
Y
se dice que es un avión de quinta generación, lo que significa que posee
tecnología para pasar inadvertido por los radares, además de velocidad
supersónica y una alta aviónica integrada.
La fuerza aérea china todavía necesita desarrollar tácticas
sostenibles para operar este nuevo tipo de jet y crear doctrinas para mezclar
estos aviones de quinta generación con los que tiene de cuarta
generación", señala el informe deIISS de
este año.
"Ahora, el progreso de China es
evidente. Pueden añadir a esta flota de aviones todo un
amplio rango de misiles aire-aire que está a la par de los arsenales
occidentales", dijo.
Estados
Unidos y sus aliados han librado campañas aéreas desde el final de la Guerra
Fría y han perdido muy pocas aeronaves.
Pero su dominio, de acuerdo con IISS, podría verse en riesgo.
China,
por ejemplo, está desarrollando un misil aire-aire con un verdadero largo
alcance que pueda atacar un avión cisterna y otro de comando y control,
artefactos vulnerables, pero que por lo general están fuera de la órbita de una
confrontación y son fundamentales para cualquier operación.
Y para los analistas este desarrollo, que debería estar
listo para el año 2020, "va a forzar que Estados Unidos
y sus aliados regionales reexaminen no solo sus tácticas,
técnicas y procedimientos, sino también la dirección de sus propios programas
de desarrollo de combate en el aire".
De
acuerdo a IISS, solo cerca de la mitad de su equipamiento está acorde a las
exigencias actuales del combate moderno.
Pero
incluso en este campo han logrado varios avances.
China ha establecido como meta para el 2020 para lograr la
"mecanización" y algo que ellos llaman la "informisación".
Lo que significa este término no es claro, pero Pekín ha
estado vigilando el avance del rol de la información en
el combate y está buscando adaptarlo a sus propias
circunstancias.
Mantener a raya
Ahora
con todo este poder militar, la estrategia de China es evidente: en caso de un
conflicto la idea es mantener al ejército de EE.UU. lo más lejos posible de su
frontera, idealmente en la mitad del Océano Pacífico.
Esta
estrategia es conocida en la jerga militar como "la negación del acceso al
área", algunas veces conocida como A2AD.
De este modo, como potencia militar, China ha logrado entrar a la "Liga de las
Estrellas".
Pero
ese no es su único objetivo y ni el final de su impacto global a nivel militar.
También
quiere convertirse en uno de los principales exportadores de armas.
A
menudo China está dispuesta a vender tecnología de avanzada a otros países que
no son aliados cercanos de potencias como Estados Unidos.
Un ejemplo de ello podría ser el mercado de drones.
Este
tipo de tecnología está levantando serios cuestionamientos sobre los límites de
la guerra y la paz.
Estados
Unidos, que es pionero en este campo, se ha rehusado a vender este tipo de
armamento a ningún gobierno, con excepción a algunos países aliados en la OTAN
como Reino Unido y Francia.
China,
que no tiene este tipo de reparos, ha desplegado una cantidad impresionante de
vehículos aéreos armados sin tripulación en las exhibiciones militares
alrededor del mundo.
Según, IISS, China ha vendido sus drones a varios países
como Egipto, Nigeria, Paquistán, Arabia Saudita y
Birmania.
Consecuencias
Esto
es un perfecto ejemplo de consecuencias que han sido buscadas.
El rechazo de Washington de vender este tipo de tecnología
impulsó a otros países que solo tenían drones para
realizar actividades de inteligencia, a buscar una variante armada de los
mismos.
Por supuesto, ahora Estados Unidos y los ejércitos
occidentales están viendo a China como una amenaza
comercial.
En
comparación con hace una década, ahora hay una seria presencia del gigante
asiático en el mercado, con una buena calidad en sus productos.
Además
con una oferta que es difícil de rechazar: las armas chinas ofrecen un 75% de
la capacidad de la misma tecnología bélica occidental por la mitad de precio.
Lo más seguro es que los países europeos nunca vayan a
encarar a China en un conflicto armado, pero podrían ciertamente
enfrentarse a las sofisticadas armas que China le ha vendido a otros
países.
Y
como lo expone el informe de IISS: "La percepción que existe ahora de que
hay un clima de bajo riesgo cuando se combate fuera de las fronteras, ahora
debe ser cuestionado y revaluado".
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